Feliiiz lunes gente guapa!
Vamos a ver, sabemos que cuando empezamos a planificar la boda por vuestra cabeza se pasa el pensamiento de “yo no quiero fotógrafo porque no quiero posar”. Todavía existe la falsa creencia que en las fotos de boda hay que posar como en las de nuestros padres, y como wedding planners te vamos a ser sinceras… no, no hay que hacerlo, pero, cómo?
Pues… eligiendo un/a buen/a fotografo/a. Te prometemos que esto puede marcar la diferencia entre tener recuerdos emocionantes o quedarte con un álbum y video que jamás querrás volver a ver.
Vayamos por partes.
Fotos naturales, no una sesión interminable de posados
Un/a buen/a fotógrafo no necesita pedirte que te quedes inmóvil durante una hora posando con una sonrisa forzada. No. Un/a buen profesional sabe cómo capturar esos momentos espontáneos que reflejan la magia de tu gran día: la risa nerviosa antes del «sí, quiero», el guiño travieso de tu pareja en la pista de baile o la mirada cómplice con tus amigos. Se trata de «robar» esos instantes sin que te des cuenta.
La clave está en encontrar a alguien que sepa moverse de forma discreta, integrándose en la celebración y consiguiendo fotos que cuentan una historia, no una sesión de catálogo. Una sombra, porque como le decimos siempre a nuestras parejas, alguien que es bueno en 10 minutos hace material de sobra.
Tips para saber en qué fijarte antes de elegir.
- Siempre, pero siempre pedimos galerías completas. Porque todos subimos nuestras mejores foto a Instagram, pero en una galería completa ves como se maneja en lugares más oscuros, momentos robados…
- Preguntemos por su estilo: Vamos a asegurarnos de que coincida con lo que estás buscando, ya sea por edición o incluso con feeling.
- Opiniones de otros novios: Las recomendaciones son oro.
Como wedding planners lo último que queremos es veros llorar 4 meses después de la boda porque las fotos son un cuadro… creednos que pasa. Por eso siempre os vamos a recomendar dentro de vuestro presupuesto y dentro del valor que le deis a la fotografía a los mejores del sector.
Ahora vamos con el video, ese que siempre os entran dudas de si lo necesitáis o no.
Nuestro consejo como organizadoras de bodas, siempre va a ser un sí. Aunque sea un video corto.
Un video refleja todo lo que una cámara de fotos no puede captar. En un video se capta el movimiento, se capta la lágrima, se capta el abrazo… Es distinto y completamente complementario.
Olvídate de esos eternos videos de hora y media que solo tus padres tenían paciencia para ver. Hoy en día, los mejores videógrafos saben cómo hacer un montaje ágil y emotivo, que capture los mejores momentos sin aburrir a nadie.
Un buen video de boda es como el tráiler de una gran película: emocionante, rápido y lleno de detalles que te harán revivir el día una y otra vez. En 10 o 15 minutos puedes tener todo lo que necesitas para volver a emocionarte sin sentir que estás viendo una maratón.
Las fotos y el video son de las pocas cosas que quedarán para siempre de ese día. Así que elige bien y asegúrate de tener recuerdos que te emocionen cada vez que los veas. Porque al final, una boda es para vivirla… y para revivirla.
Que te parece si nos tomamos un café y hablamos para asegurarte de que todos los proveedores que te rodeen ese día vayan a ser los perfectos para vosotrxs.
Besitos! Feliz semana!